miércoles, 26 de diciembre de 2012

214B

Como una foto de familia...
     Te miraba y sólo podía pensar en que todo aquello que estaba ocurriendo en esa habitación misteriosa y tenebrosa no fuera real, que simplemente era un mal sueño, una pesadilla, una alucinación, un temor que habitaba en mi mente y no quería salir. Deseaba despertar, abrir los ojos, y encontrarte en mi cama, despertándome a tu lado cabreada porque has vuelto a meter tus manos frías por mi cuerpo caliente de la noche.
     Entonces me di cuenta que esto era real, que no había marcha atrás. Decidí acostarme a tu lado, en esa pequeña cama, donde se encontraba tu cuerpo, el cual respiraba pausado y dificultosamente. No sabía si tu alma aún se encontraba en él, así que no tuve más remedio que hablarte, prometerte cosas, hacerte saber todo lo que has significado para mi, pues todo lo que soy es gracias a ti, imaginaba que me estabas oyendo. Quería sentir tu calor junto al mio, verte de cerca y ver lo preciosa que eras, porque realmente estabas hermosa.
     Me encontraba en aquella habitación junto a ti y tú junto a mi, te miraba, me preguntaba que qué pensarías al  ver ese "cuadro" de familia, soñabas supongo, la respiración ahora era más pausada y más débil, sabía que no te querías ir, yo tampoco quería que te fueras.
     Tu respiración ya cesó, hasta tal punto que tu organismo durmió por completo. 
     Vi como te marchabas y no podía hacer nada, solo sentía rabia, porque te alejabas en contra de tu voluntad, te llevó prisionera, y no podía liberarte de esa tortura.
     Te dejé, pero no sola, una parte de mi te la llevaste y no quiero que vuelva.
"Hoy que ya no estás aquí, 
que sé lo mucho que perdí 
no tengo ganas de vivir,
 porque tú fuiste todo para mí"

domingo, 2 de diciembre de 2012

Soledad

 <<Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error>>
        Se acerca el momento en el que no es posible que se vea el fin. Cierras los ojos y lo único en lo que piensas es que ojalá nada de esto fuera real, que todo fuera como antes, que simplemente sea una mala jugada de un Dios maligno. Muy cartesiano puede que parezca esto quizás.

        Vuelves abrir los ojos, ves otra realidad, la que era pero ya no es, se trata de un pasado, un pasado no perfecto pero casi, hablamos de 5 años atrás. Tu mirada, tus palabras, incluso tu ausencia y el deseo de desaparecer estaba constante en el pensamiento. Un sueño de vida mejor, ser libre, sin importar nada, vivir el momento, el día. ¿Epicureismo tal vez?.

        Cierras de nuevo los ojos, y vuelves a otro mundo, ficticio, irreal. Como único objetivo la  búsqueda a esa ansiada libertad frente al destino, concibes la vida como un sueño, donde tú eres el personaje principal, y la vida es la que tú quieres que sea, no quieres salir de ese sueño, consideras que <<La vida es sueño y los sueños, sueños son>>.

        Abres los ojos, y solo ves una luz tenue y el reflejo de sombras, crees que es el mundo real, utilizas tus propios conceptos para poner nombre a esas imagenes, pero no es vida, estas encarcelado en una mazmorra y solo ves lo que quieren que veas, te venden una realidad falsa ¿sofismo o platonismo?

        Finalmente cierras los ojos, y te encuentras enfrente de una habitación vacía, donde anida la soledad, el silencio, la oscuridad,... donde habita tu realidad. Reflexionas, piensas, recapacitas, meditas, razonas... Te lleva a la inestabilidad de la fortuna, a la fugacidad del tiempo, las meras ilusiones humanas y finalmente, el poder de la muerte. Entonces abres los ojos y lo único que te viene a la mente en ese momento son unos ciertos versos de unas ciertas coplas:
"Recuerde el alma dormida
avive el seso y despierte
contemplado
como se pasa la vida
como se viene la muerte
tan callando
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquier tiempo pasado,
fue mejor"

viernes, 2 de noviembre de 2012

Hacia la búsqueda de la felicidad 1

        Antes de que aterrizasen en nuestras vidas autores de bestsellers de autoayuda, los filósofos ya ejercían de consejeros para superar las complejidades de la vida cotidiana.
        Entre los pensadores presócraticos, padres fundadores de la filosofía occidental, surge ya el ideal de buscar la felicidad y, confrontados a una civilización donde la mitología propone dioses excesivos (grandes en poder, la promiscuidad o el alcoholismo) el consejo de los primeros sabios pasa por la mesura.
        Demócrito en el siglo V a.C. ya decía que: "Quien trata de ser feliz no debe ocuparse de muchos asuntos, ni en lo público ni en lo privado, ni elegir actividades que excedan su propia capacidad y su naturaleza, sino tener la suficiente precaución como para, en caso de que la suerte se le ponga cara y esté llevando, en su opinión, demasiado lejos, renunciar y no tratar de llegar más allá de sus posibilidades, pues es cosa más segura una empresa mesurada que una gran empresa".
        Platón (427-347 a.C) también advirtió de que quien tiene demasiado poder es como "un cuerpo agotado (...) obligado a pasar la vida en certámenes y luchas con otros sujetos", esto quiere decir que con el poder, no se puede alcanzar la felicidad, nos encontramos en una situación de lucha continua.
        Aristóteles cristalizó esta idea y nos ayuda a ver que los bienes materiales, ni la fama y el honor, ni el placer, nos dan la felicidad. Por contra, "las que determinan la felicidad son las actividades". Es lo que hacemos, y no muestras adquisiciones, lo que nos aporta nuestra dicha o la ausencia de ella.
        Después de Aristóteles surgió la filosofía helenista  así como unas nuevas corrientes, que se ciñeron al tema de la Ética, siendo el problema más importante: "¿En que consiste la verdadera felicidad y cómo la podemos conseguir?" este tema lo trataron Los Cínicos (la felicidad se encuentra en el sufrimiento), Los Estoicos (La felicidad se encuentra cuando una persona no se deja llevar por sus sentimientos) y por último Los Epicúreos.(para mí el ejemplo a seguir, en cierto modo, por eso "me centro" en él dentro de esta filosofía helenista)
        Epicúreo (341-270 a.C,) propone toda una estrategia para ser feliz, la cual, puede resumirse en esta frase "El gozo es el principio y el fin de una vida dichosa". Aunque los Epicúreos se asocie con los placeres del cuerpo por sentencias como "principio y fin de todo bien es el placer del vientre", su filosofía iba más allá de las satisfacciones carnales y recomendaban, como pasaporte hacía la felicidad, la vida sencilla, la amistad, la libertad y la reflexión. Respecto al tema de la muerte, para llevar una vida feliz, debemos superar ese miedo a la muerte, pues como dijo Epicúreo "La muerte no nos concierne, pues, mientras existimos, la muerte no está presente. Y cuando llega la muerte nosotros ya no existimos". Después de Epicúreo, muchos evolucionan en dirección a una obsesión por el placer, cuya consigna es "vive el momento"
        Se ha recorrido, en un momento, unos 2 siglos de sabiduría de forma resumida, y a la única conclusión que se ha podido llegar, es que a lo que parece un concepto simple (o complejo) como lo es La Felicidad, han surgido 7 concepciones diferentes sobre este, pues bien seguiremos haciendo más adelante esa búsqueda de la felicidad.

        "Nunca ha estado del todo claro si el secreto de la felicidad consiste en no ser completamente imbécil o en serlo" (Fernando Savater)

domingo, 7 de octubre de 2012

La conferencia

       Tenía  una mirada fría y penetrante, era bastante corpulento y la gente le miraba al pasar, incluso le temía.
       Desde pequeño su sueño era ser reconocido por la sociedad, buscaba la fama por medio del pensamiento, ser un gran maestro, soñaba con dar clases magistrales ante un centenar de personas y que al final de cada una de esas clases su público le aplaudiera y le felicitara.
       Su pensamiento seguía en la linea de Schopenhauer que tras hacer una lectura profunda de su obra "Voluntad de Vivir", se identificó como discípulo de este, compartiendo la idea de que "Este mundo es el peor de los mundos posibles"
       Nunca fue capaz de abandonar su sueño. Se había dedicado toda su vida a hacer una serie de aportaciones dentro del mundo de la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje
       Tenía 54 años cuando por fin fue citado para dar una gran conferencia acerca de: "El pensamiento de los antiguos y los modernos". Realmente para él debía ser esta conferencia como dar una de esas clases magistrales que daba en la universidad delante de sus cientos de alumnos; pero sabía que esta conferencia iba a ser distinta, en esta ocasión se dirigía ante miles de personas llegadas de todos los confines de la tierra para escucharle, admirarle y aplaudirle, esa idea le hacía sentir cierto nerviosismo e inquietud, por fin podía hacer su sueño realidad.
       Llegó el momento, se levantó de la 2ª butaca de la primera fila donde se encontraba, y lentamente se acercaba al gran escenario, oyendo de fondo los aplausos de un público expectante que lo recibía con entusiasmo, no se creía que el cupo del foro limitado, ni esa muchedumbre de gente fuera por él, era el momento en el que se iba hacer realidad su sueño utópico.
       Se encontraba delante del atril, los aplausos cesaron, un gran foco le iluminaba haciendo que la gran sala permaneciera a oscuras, cuando una serie de escalofríos empezó a recorrer su cuerpo, quiso abrir la boca para hablar pero no pudo, se quedó totalmente inmóvil, notó como la gente se alborotaba, intentaba pedir silencio en la sala pues quería comenzar el discurso que tanto tiempo había dedicado, pero no le era posible, una fuerza superior se lo impedía.
       Notó un fuerte golpe en la cabeza al mismo tiempo que su corazón dejaba de latir, mientras su mirada fría se centró en una vela inhóspita que se desvanecía detrás del escenario, viendo como la llama la consumia hasta llegar a su fin. Su cuerpo yacía en el suelo, su ánima en el centro del escenario dando La Conferencia

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Historias

        Una historia siempre tiene un principio y un final, puede ser bueno o malo pero un final al fin y al cabo. Hay historias felices e historias tristes, y todas ellas cuentan cosas de una o de otra forma pero las cuentan.
        Sé de una historia que tenía una vez un final feliz, pero ya no me acuerdo de ella. Es una pena porque era una buena historia, no trataba de algo en concreto sino de muchas cosas a la vez, pero ahora ya no importa porque no recuerdo como era su final.
        Me viene a la mente, mientras escribo esto, otra historia, cuyo principio no consigo recordar, pero el final no olvido, es una historia difícil de entender, pero una historia, con final triste pero es un final.
        Como ya sabéis todos tenemos nuestra historia, con un final, que el tiempo hace que ese final sea de una o de otra forma, yo ya tengo mi historia y mi final. Y os la voy a contar... Esta es mi historia y este es mi final.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Renacer

         Se encontraba solo, en su habitación, el único sonido en vacío que se escuchaba era el pálpito de su cansado corazón y el resonar de las gotas de agua que caían en un cubo metálico de una vieja cañería que se encontraba en el fondo de la habitación.
         En la habitación solo se encontraba él en la vieja silla, y una mesa con una botella de Ribera del Duero vacía, una sucia copa de cristal, y un pequeño bote que no podía entenderse muy bien lo que en el ponía. Se mostraba ausente, cansado, mareado, echado sobre la mesa, pues notaba como su cabeza le daba vueltas y si hacía por levantarse de la silla, su cuerpo se desvanecía.
         De repente escuchó el murmullo de una voz, un susurro que le venía del interior, no quería escucharla, pero no le quedaba otro remedio. Le vinieron recuerdos de su angustiado pasado, de las diversas calamidades por las que tuvo que pasar de esa infancia infortuita, en sus clases magistrales ante un publico que le miraba expectante e interesado mientras tomaban notas, y sobre todo en esos momentos en los que no había mejor momentos que estar junto a ella,... Ya no le quedaban fuerzas, había luchado en una batalla en la que ella se lo llevó todo, hasta su razón de ser.
         Se maldecía una y otra vez por haber amado desesperadamente a esa persona, que como habían hecho muchos de sus seres queridos lo habían abandonado, sintiéndose totalmente solo, pues esa voz se lo repetía una y otra vez. No quería escuchar la voz incesante que le rondaba por la mente, quería luchar de nuevo, volver a ser valiente, sabía que aún le quedaban fuerzas para levantarse, pero el intento de hacerlo fue en balde, sin éxito, dejándose caer de nuevo sobre la mesa.
        Abrió los ojos y dándose por vencido, cogió aquel bote en el que ahora se leía borrosamente la palabra "CIANURO", ingirió de este producto, provocandole así una muerte muy dolorosa, tan solo fueron los 50 miligramos de este potente veneno lo que le provocó una parálisis respiratoria al actuar este sobre el aparato respiratorio, notando una agitación sin control de su diafragma, provocandole sucesivas convulsiones, mientras sus negras pupilas se iban dilatando justo antes de sentir... el paro cardíaco.
         Había sido en tan solo un minuto, pero para él fue su minuto de gloria.
         El cuerpo caía al suelo inerte, la mesa quedaba volcada, la copa de cristal rota, y sobre la botella una carta, en la que se leían las palabras "A buscarte pronto iré"

lunes, 17 de septiembre de 2012

Una vida por otra

          El pequeño Max siempre se encontraba confuso ante esa situación, pues veía como su vida se iba apagando junto el devenir del tiempo.
          No entendía como un ser pensante, razonable, como era aquel hombre, podría ser capaz de cometer tal calamidad, y como aquella indefensa niña, luchó por mantener su vida a salvo, una acción que al fin y al cabo había sido en balde.
          Tan solo tenía 11 años y ya llevaba una vida de adulto, en ningún momento se preguntó si realmente esa era la vida que él quería, desde ese momento. Ese momento en el que vio como aquel hombre acabó con la vida de aquella niña, de esa pequeña niña, indefensa, que aún le quedaba mucho por aprehender, y que él no pudo hacer nada por ella, solo callar y ver.
          Aún recuerda la mirada de aquella niña, cuando su vida se iba apagando poco a poco, aún recuerda sus últimas palabras dichas en silencio, aún recuerda ese momento en el que por fin aquel hombre se marchó dejando ese pequeño cuerpo sin vida, sangriento y malherido, aún guarda el trapo con el que pudo limpiar las heridas del cuerpo sin vida que ahora descansa, aún recuerda las últimas palabras que le susurro al oído "Lo siento hermana".
          Algunas noches se acostaba deseando que sus pequeñas manos de adulto, fueran las que acabaran con la vida de aquel hombre; mientras que otras noches se acostaba pensando en lo cobarde que había sido por esconderse tras los matorrales de aquellos arbustos viendo como la vida de su pequeña hermana se iba apagando, mientras su mirada se quedaba penetrante en sus ojos y su cuerpo se retorcía de dolor luchando por escapar de ese hombre, sus labios le decían "ayúdame"; se maldecía por no haber realizado la ultima voluntad de la pequeña niña, ayudarla. Hasta que finalmente se quedaba dormido con los ojos encharcados de lágrimas mientras repetía una y otra vez la palabra... "VENGANZA"