viernes, 22 de noviembre de 2013

El Mundo

       Un mundo, habitados por locos, donde las cosas no siempre llegan a concordar, y mientras, la realidad no es la que parece ser que sea.
       Un mundo, donde las personas disfrazan sus sentimientos, donde ya no hay llantos ni penas, personas que se creen sus propias mentiras, e incluso la de los demás.
       Un mundo, donde el aire está contaminado de miradas pérdidas dirigidas a ningún lugar, donde el aire que sale de mi voz no encuentra su destino, donde el sonido es sordo.
       Un mundo, en el que los campos empiezan a dejar sitio a unas grandes estructuras de hormigón, donde los objetos de madera dejan paso a los de acero, aluminio y demás materiales "mejores" que la madera, e incluso con un motor y batería de litio.
       Un mundo, en el que en Noviembre se pasa calor, pero en el interior de las personas encontramos una gran ventisca Finlandesa, propagándose en todas las direcciones del organismo hasta cubrir el propio corazón.
       Un mundo, en el que Dios ya no existe, y en el caso que exisitíera sería incognoscible, si llega a ser cognoscible sabe bien que lo mataríamos.

       Un mundo, que ha perdido el norte, ese es EL MUNDO

sábado, 12 de octubre de 2013

Meditaciones

        Miro a mi alrededor, y experimento una serie de sensaciones que me causan irritabilidad, estrés, agresividad,... seguidamente, se me ocurre fijarme en un niño, un niño con una gran inocencia, me quedo mirándole, él se percata y me mira, le suelto una sonrisilla y le saludo con un gesto tímido con la mano, él me contesta con otra sonrisilla, una sonrisa que le resalta, haciéndole unos encantadores hoyuelos en esas mejillas con una bonitas pecas que le dan un cierto toque de ser un pequeño diablillo.
        Mientras pienso y comparo conmigo en su edad, donde el éxito y la gloria se encontraba en el número de morados que te hacías en un día, ahora el éxito se encuentra según el nivel del Candy Crush.
        Vuelvo a mirar al niño, a ese encantador niño, ya no está; de repente, me vuelve a invadir esa sensación de irritabilidad, irascibilidad, vuelvo a sentirme colérica.
        La sociedad, todos andan corriendo de un lado a otro, chocan entre sí y ni se paran a pedir perdón, me percato en unas personas de varias índoles con deficiencias de todo tipo que se encuentran sentadas en el suelo apoyadas en la pared, y todos ellos sujetan distintos carteles con diferentes mensajes, de pena, tristeza y desgracia, todos ellos con una idea en común "Pobreza"; y ninguna de esas personas que caminan con tanta prisa y la mirada agachada a un aparato se han fijado en que esos "desgraciados" están ahí, se trata de la situación actual y que por lo visto, no parece que vaya a mejorar.
        Me paro a pensar sobre cómo puede ser que el desajuste y la incongruencia de esta sociedad, haya llegado a tales limites, cómo puede ser que esos mandatarios que buscan el progreso cierren los ojos ante tales situaciones, donde, para ellos, lo realmente importante es llenarse los bolsillos, cómo puede haber tanta avaricia y egoísmo  me paro a pensar sobre cómo son nuestros tiempos, un tiempo donde el rico es más rico y el pobre, por desgracia, más pobre. Realmente no se trata de una situación nueva, ya escribía Marx sobre la diferencia de clases a lo largo de la historia en su Manifiesto Comunista
         Pienso en como el ser humano ha podido llevar a cabo toda una serie de desgracias, cómo ha sido capaz de destrozar todo aquello que le da la vida, la naturaleza, el propio planeta. Pero eso no es todo, lo peor es que la gente que pasa por mi lado, ninguna de esas personas, está pensando en eso ahora mismo, van mirando sus móviles de última generación, y no solo eso, sus ropas, todas con algún simbolito de alguna marquita, ¿en que nos hemos convertido? ¿En qué consiste ahora la felicidad?

jueves, 22 de agosto de 2013

Un día cualquiera

        Despertó una mañana, no era una mañana cualquiera, no sabía que iba a suceder, lo mismo no sucedía nada, quien sabe. Quizá su destino ya había barajado las cartas o quizá no.
        Como cualquier otra mañana de lunes, después de un ajetreado  fin de semana, bajó a desayunar, y misteriosamente, todo se encontraba muy tranquilo, el perro no ladraba, el pájaro no piaba,... apenas había ruido, ni si quiera el viejo motor del viejo refrigerador.
        Como todas las mañanas de lunes, se puso su café en su apreciada cafetera, esa Dolce Gusto roja que le regaló una de las personas más apreciadas. Tomó el café en unos pocos sorbos mientras se dirigía a la despensa en busca del pienso para el juguetón canino y el alpiste para el pajarillo. Cogió el alpiste, y al llegar a la pequeña jaula del pequeño jilguero, se hallaba tumbado boca arriba, lo cogió de una patita se dirigió al cubo de la basura, lo abrió sin mucha preocupación y lo depositó dentro.
        De nuevo, haciendo la misma rutina que todas las mañanas de lunes, cogió el pienso del chucho, y se fue hacía el cacharro donde ponía: "Hermes", le depositó la medida de todos los días, ahora el perro llegaba aceleradamente eufórico, le acarició la cabeza, se dio la vuelta y se marcho de la habitación del perro.
        Dirigiendose al aseo de su habitación, se metió en la ducha y se dio la ducha más placentera que jamás se había dado, pero un extraño ruido interrumpió su momento, un extraño pitido, no sabía exactamente de que se trataba, salió de la ducha, y allí estaba... Era su despertador nuevo, el cual le regalaron el sábado por su vigésimo quinto aniversario en la empresa.
        Se vistió, tan tranquilo como siempre, y se dirigió a su bonito bólido azul vaquero, y se marchó...


martes, 30 de julio de 2013

Duermo y Sueño

        Ese estado de confusión que hace que no seamos capaces de reconocer una realidad de otra. Como bien dijo Descartes en su Discurso del Método "... Tengo la costumbre de dormir y de representarme en sueños las mismas cosas..."
        Se trata de dos realidades indecisas. Puede ser que mi realidad sea sueño y esté equivocada o puede ser que este equivocada al pensar que la realidad no es sueño, interpretarlo como más deseéis.
        A veces deseamos que la verdad sea ese estado onírico que en muchas ocasiones detestamos; podemos llegar a echar en falta un gran número de cosas que en la vigilia no podemos llegar a alcanzar y por lo tanto conseguir, al igual que podemos soñar con cosas que realmente podemos lograr sin esfuerzo alguno.
        Como cuando llegamos a casa después de un día bastante duro, y cuando te diriges a la cocina, te encuentras a esa persona que te dio vida un día frío de inverno, en su maquina de aparar, y lo primero que se te ocurre decirle es: "Déjalo, ya he aprendido a utilizarla, puedo hacerme faldas"; en ese momento te fijas como esa persona mantiene su mirada clavada en tus ojos y te sonríe.
        O como cuando, abres los ojos mientras yaces a un lado de la espaciosa cama, y en el otro extremo ves a esa persona por la que das vida, algo falto de ropajes, mientras toca la guitarra y canta vuestra canción; en ese momento te fijas como esa persona mantiene su mirada clavada en tus ojos y te sonríe.
        Dos sueños, diferentes realidades, mucha fantasía e ilusión, una cumplida y la otra... 
"Duermo y Sueño"

sábado, 18 de mayo de 2013

El vuelo

        Un sentimiento que tienes en tu interior de vacío, de algo vano, frívolo y presuntuoso. Esas ganas de ver el acantilado lo más cercano a la orilla, para así poder apreciar mejor la altura de lo que será el final del vuelo, ese vuelo por querer alcanzar un deseo que en vida no es posible lograr.
        No me es sencillo explicar lo que sucede en mi propio interior, pero son las ganas de volar lo que me reconcome, y ¿por qué no? me pregunto, tampoco hay mucho más por lo que luchar. Podría ir sin impedimento alguno, pero hay un sentimiento de contrarios que lo impide, puede ser que sea el amor y el odio al devenir, al poder llegar a ser o al miedo de que me puedan fallar las alas, quedando en un simple fracaso. Pero en el peor (o mejor) de los casos del fallo de dichas alas, que mas da, podré llegar a lo que tanto anhelo en ocasiones, y lograr lo que en la vida es imposible de conocer, saber y comprender.
        Observar desde lo alto como la gran marea envuelve con sus mortíferas olas los sedimentos que se hallan abajo, y como del mismo modo los descubre en cuestión de segundos.
        Caer, desplomarte y permanecer en un de los sedimentos hasta que una de esas mortíferas olas se lleva tu cuerpo, que yace ahora sin vida, por ese miedo a no querer abrir las alas y echar a volar, por el miedo de que te fueran a fallar.

domingo, 24 de febrero de 2013

The Battle

 "No hay nada más despreciable que la propia existencia de mi ser"
     Seguro que en estos momentos mientras me hallo escribiendo estas lineas, se encuentran seres de diferente índole de este planeta pensando que no hay nada más ruin, indigno, detestable,.. que la propia vida.
     La vida nos odia, al igual que nosotros la odiamos.
     Pero por primera vez, mientras medito y reflexiono acerca del significado de esta, me viene a la mente nada más y nada menos que "Cultura Clásica".
     La vida es como ese duro, agotador, cruel y despiadado entrenamiento espartano, que desde pequeños se nos priva de poder desarrollar la plenitud del alma , siendo nosotros mismos los que, mediante la lucha por la supervivencia, nos instruimos hasta formar parte de un gran ejercito. A priori no podemos abandonar el entrenamiento, a través del cual nos fortalecemos en espíritu por una vida de valor y vigor, buscando la afirmación del ideal moral y no temer a la muerte, siendo la valentía la principal virtud de los espartanos y como no, de la vida misma.
      Así mismo me viene a la mente que la vida es una lucha contra su opuesto, como un gladiador que se enfrenta a la más fiera de las bestias en la arena, hasta que inesperadamente el zarpazo de esa bestia le arrebate su propia existencia, llevándole así, al fin.
      Por ello, cuando se piensa en el sentido de la vida, se debe considerar que es la fuerza, el vigor, la energía, el ánimo, el esfuerzo,... el único empuje que se necesita para seguir adelante y acabar con la más fiera de las bestias o poner fin aquel ejercito en la misma guerra de las Termópilas.
      Desde aquí, para esos días, en los que consideramos que "No hay nada más despreciable que la propia existencia de mi ser" os ordeno: "¡A la arena gladiadores y saludar al Cesar como si nunca lo hubierais hecho! ¡A la guerra espartanos y contener a los Persas!"

domingo, 27 de enero de 2013

Reminiscencia

      <<Recuerdo ese día como si fuera ayer, imposible de olvidar.>>
      Tan solo fue un pequeño momento, pero tu sonrisa, tu mesura hizo que indagara, quise negarme, pero no podía... una sensación extraña invadía mi cuerpo. Fue tu mirada la que me cautivo, esa mirada penetrante, directa a mis ojos, a mi complexión.
      Notaba como un gran impacto de emociones chocaban una y otra vez en nuestros organismos. Una atracción que no supimos controlar, que nos hizo caer al borde de la locura.
      <<Recuerdo ese día como si fuera ayer, imposible de olvidar.>>
      Unos segundos, una pequeña conversación interesante pero falsa, pero fue tu temperamento lo que me atrajo, no quise sacar bandera blanca ante tu poder de seducción, pero no tenía más fuerzas, me rendí y me ganaste.
      Caí presa del embrujo de la noche, y también de tus besos, tus caricias y tus abrazos.
      <<Recuerdo ese día como si fuera ayer, imposible de olvidar.>>
      Fueron las circunstancias del momento, rendida me deposite ante ti, razonamientos incesantes invadían mi entendimiento, quise marcharme en varías ocasiones, sin embargo esta fuerza era mayor, me quedé impregnada de ti y tu de mi.
¿Quizás el destino o una simple casualidad?

miércoles, 9 de enero de 2013

Notas de un suicidio premeditado


      Sentado en su sillón de piel negro, escribía lo que iba a ser sus últimos días. Completamente aturdido y ausente por el gran dolor que sentía en su corazón.
      En un papel con bolígrafo azul, anotaba todos los pasos a seguir, junto una bellísima carta con olor a azahara, dedicada a una gran persona, pues una enfermedad mortal acabó con ella.
      Pasaron los días, y como había anotado, se hallaba dentro de una bañera, llena de agua, únicamente sobresalía sus brazos, parte del pecho y su rostro apenado, entristecido, infausto, lamentable...
      Iba a seguir un método bien conocido. Había estudiado cada uno de los pasos para que este fuera eficaz.
     Cogió una de sus viejas cuchillas oxidadas de afeitar. Comenzó a introducirla en su débil y húmeda piel, por la zona de la muñeca izquierda... desgarrandose así la piel y la carne hasta que llegó a la vena; comenzó a cortarse en el mismo sentido en el que se dirigían estos vasos sanguíneos, produciendole una mayor hemorragia y acelerando le la muerte... entretanto, el agua iba cubriendose de un rojo oscuro.
      Su cuerpo, ya sin vida, se sumergió; cerca de la bañera, mientras el agua iba cayendo en dirección al suelo, se encontraba la carta con olor a azahara.