domingo, 24 de febrero de 2013

The Battle

 "No hay nada más despreciable que la propia existencia de mi ser"
     Seguro que en estos momentos mientras me hallo escribiendo estas lineas, se encuentran seres de diferente índole de este planeta pensando que no hay nada más ruin, indigno, detestable,.. que la propia vida.
     La vida nos odia, al igual que nosotros la odiamos.
     Pero por primera vez, mientras medito y reflexiono acerca del significado de esta, me viene a la mente nada más y nada menos que "Cultura Clásica".
     La vida es como ese duro, agotador, cruel y despiadado entrenamiento espartano, que desde pequeños se nos priva de poder desarrollar la plenitud del alma , siendo nosotros mismos los que, mediante la lucha por la supervivencia, nos instruimos hasta formar parte de un gran ejercito. A priori no podemos abandonar el entrenamiento, a través del cual nos fortalecemos en espíritu por una vida de valor y vigor, buscando la afirmación del ideal moral y no temer a la muerte, siendo la valentía la principal virtud de los espartanos y como no, de la vida misma.
      Así mismo me viene a la mente que la vida es una lucha contra su opuesto, como un gladiador que se enfrenta a la más fiera de las bestias en la arena, hasta que inesperadamente el zarpazo de esa bestia le arrebate su propia existencia, llevándole así, al fin.
      Por ello, cuando se piensa en el sentido de la vida, se debe considerar que es la fuerza, el vigor, la energía, el ánimo, el esfuerzo,... el único empuje que se necesita para seguir adelante y acabar con la más fiera de las bestias o poner fin aquel ejercito en la misma guerra de las Termópilas.
      Desde aquí, para esos días, en los que consideramos que "No hay nada más despreciable que la propia existencia de mi ser" os ordeno: "¡A la arena gladiadores y saludar al Cesar como si nunca lo hubierais hecho! ¡A la guerra espartanos y contener a los Persas!"

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