Le dijo adiós y no volvió a aparecer quizás sea así la forma más
sencilla de despedirnos. Solo pude ver en él un único signo y aún me
preguntó por qué pues si una cualidad tenía era su encanto por mostrar
signos y signos y cuantos más tenía más hermoso coherente y adecuado
parecía.
Le dijo adiós porque él se lo pidió. Le dijo adiós con la
esperanza de que un día volviera a tener esa esencia que tanto resalta
su grandeza. Se despidió un tanto confuso, sin entender por qué
solo dejó un signo para él el más importante pues es el que marca los
finales. Si hubiera mostrado todos sus signos sabría que todo es mucho
más coherente lo entendería pero se fue con un adiós y sin signos de
querer volver.
Pasaron los años lo que parecía una despedida
seguía siéndolo no lo volvió a ver quizás no lo hará jamás aún guardaba la
esperanza de entender su despedida aún guardaba la esperanza de leerle quizás una carta y que
muestre sus signos pues sin signos nada es coherente y si algo
necesitamos es coherencia. Solo uno solo mostraba un signo el signo del.
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